Confesión
I
De madrugada,
alguien golpeo la puerta
-: Los grillos ya no cantan!
-: Los grillos han muerto,
homicida indiferente!
¿Indiferencia?
II
Yo, el asesino
también nací,
bebí miel de sus pezones, y
sonreí junto al sol
en sus mañanas sin sabanas.
Oculte a la luz mi cuerpo,
en los tibios momentos,
donde eras mi auriga,
y aplaudí mis lágrimas con estrellas;
sin ser suficientes.-
2 comentarios:
qué hace, mi amigo. a pesar de varios puntos de ajuste que le veo al texto (desde gramaticales hasta el dibujo de ciertos versos), encuentro algo que no recuerdo -repasando de memoria- en sus otros buenos textos. se trata de una operación inquisitiva que no se resuelve, y por eso, para mí, es un acierto. mepa que el final es demasiado abrupto y explicáo; le daría -si fuera mío, si el gato fuera mío, digo- unas cinceladas más.
(también celebro tu siempre dispuesta atención a las críticas. hay espalda que aguante, ahí)
abrazonazo
me desconcierta un poco. no sé si eso es bueno o malo, pero es lo que me pasa con este texto. por lo demás comporto el comentario de VDK.
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